¡Hola, Des! ¿Has tenido un buen Descanso? La pregunta tiene sentido porque te necesito lleno de energía y motivación para vivir conmigo 48 horas en Madrid de lo más frenéticas y originales. Sé que dos días parecen poco para disfrutar en una gran ciudad, pero estoy seguro de que te voy a sorprender con todos estos planes de gastronomía, cultura y ocio. Como ya me vas conociendo, sabes que me gusta mucho caminar para experimentar la esencia de los lugares.
Así que te adelanto que sólo hice 4 viajes en metro, imprescindibles por las distancias… El resto con mis queridos pies. ¿Comenzamos?
– Sábado: de la coca en el cine porno a la vida salvaje
Atento a las ofertas de vuelos desde Tenerife, conseguí un viaje con Ryanair desde el Aeropuerto del Sur de la Isla hasta Madrid por 18,45 euros ida y vuelta (con descuento de residente canario). Te sitúo, es sábado y aterrizo a las 14:35 horas. Salida rápida, no he facturado y llevo mochila. ¡Reloj a cero para estas 48 horas en Madrid! El metro hasta la estación de La Latina cuesta 6,25 euros (iba muy bien acompañado y el precio se redujo al sacar dos billetes sencillos). Después de dos conexiones, llego a este bullicioso barrio, muy cercano al Centro.
A escasos 4 minutos de la estación (15:40 horas), tengo un claro objetivo para almorzar: la Sala equis… ¡No me he equivocado de nombre! X si lo prefieres de este modo. Es un antiguo cine porno -el Alba- de lo más curioso, reconvertido en sala de versión original subtitulada y bar-restaurante informal en un patio muy cool, con distintos formatos de asientos y la proyección en ese momento de una peli de The Beatles. ¿Guay, eh? (Calle del Duque de Alba, 4).

Espera que aún toca comer… Coca. El plato elegido en su versión de higos con queso de cabra (7,50 euros) y de calabaza trufada con mortadela y provolone (10 euros).
Como añadido, las papas fritas con alioli de membrillo (5 euros), más prescindibles; recuerda que es alimento para dos (lo aclaro por si te asustaste, yo no puedo con todo eso).
Te sigo poniendo horas para que te orientes del recorrido: sobre las 16:15 está terminado (servicio ágil y pagas según encargas) y hay que ir a dejar las cosas (las justas como te contaba) en el alojamiento reservado, en el mismo barrio. En la plaza de Gabriel Miró, con su conocido Jardín de las Vistillas, se ubica el apartamento para estas 48 horas en Madrid, seleccionado a través de la página de intercambio de casas -y puntos- Home Exchange (20 euros las dos noches).
¡Qué ganas de seguir pateando! Son las 17 horas y el plan es dejarse llevar callejeando, viendo la gente, tiendas… por la zona de La Latina pero también yendo hacia el Centro. Una panorámica interesante la propone el hostal The Hat (C/ Imperial, 9) desde su coqueto bar-terraza en la quinta planta (subí, pero no consumí).
Más. Otra parada llamativa en Vintalogy (C/ Atocha, 10), un amplio comercio de productos vintage, que no se quiso perder ni la mismísima familia Simpson. En este caminar con paso por la multitudinaria Puerta del Sol, nuevo stop en la Librería La Central de Callao, grande sin perder el encanto; y si encuentras hueco, buena opción tomar algo en su decorado patio con bar (café con leche, 1,50 euros). Hablamos de la Calle Postigo de San Martín, 8.
Una vez en la popular Gran Vía, con sus imponentes y clásicos edificios, son las 19.02 horas y hay tiempo de acercarse aún al Espacio Fundación Telefónica (C/ Fuencarral, 3). Un lugar muy chulo con entrada gratuita (cierra a las 20 h.) y en donde visito la expo dedicada a los 130 años de existencia de National Geographic, con sus inicios, evolución y preocupaciones en curso. Ya te puedes imaginar que hay fotografías espectaculares de la vida salvaje. Y estando por esta zona, es inevitable recorrer calles como Fuencarral, Hortaleza, Augusto Figueroa… ideales para todo tipo de shopping, entrando en el corazón de Chueca.

Es sólo el inicio de las 48 horas en Madrid y ya tengo la sensación de llevar más tiempo aquí. ¿No te pasa?
A mí, a menudo en los viajes, y me chifla esa integración express. Todo el paseo de ida hay que hacerlo de vuelta hasta ‘casa’ y para reponer fuerzas y ver a una amiga, a las 22.03 horas cae -en mi estómago- un bocadillo estilo cubano (lo llaman Sandwich en la carta; apunta sus ingredientes: lacón, pavo, queso, mostaza y pepinillos, acompañado de una papa asada con mojo). Situación: Dr. Limón (C/ Don Pedro, 4; precio 9,50 euros). Aquí, como te imaginas, encontrar un lugar con mesa libre en sábado noche y atención inmediata, cosa complicada. Las piernas piden un respiro para encarar un domingo de lo más prometedor.
– Domingo: de los gatos al pez helado
¡Auhhhh! Igual suena a aullido de lobo, ahora que lo pienso, aunque pretendía ser mi ruido al despertarme. Se me enciende la bombilla y la boca saliva… ¡¡churros con chocolate!! No hay un desayuno más típico para estas 48 horas en Madrid. Son las 9:10 horas y esta vez la ruta pasa por las Calles Bailén y Mayor, hasta llegar a la famosísima Chocolatería San Ginés… y su larga cola. Activando Plan B. A pocos metros, hay cobijo en la igualmente centenaria Churrería Chocolatería 1902 (4 euros por persona; C/ San Martín, 2). Llegar y besar el santo… o en este caso, comer el churro. ¡Mmmm!

Bueno, no te he contado. Para este domingo por la mañana ya tenía cerrada una visita ¡muy esperada! La expo dedicada al enigmático artista urbano Banksy (si es que es sólo uno, a saber); se titula ‘¿Genio o Vándalo?’ (en Ifema). Entrada reservada por internet (16,40 euros) para las 11 horas y de nuevo línea dirección al Aeropuerto (la 8 hasta la estación Feria de Madrid; ida desde Callao por 1,90 euros). Hay que caminar unos minutos por los exteriores de este enorme recinto y ¡por fin! Acceso al mundo premium del street art.
¡Una pasada! Desde el recibimiento con un vídeo que repasa sus intervenciones por todo el mundo, hasta después las salas con mucha obra original.
No hizo falta audioguía ni nada por el estilo, ya que los paneles explicativos son abundantes en información y claridad. Han sido unos 45 minutos muy interesantes y recomendables por el mundo de Banksy.

De nuevo al transporte subterráneo para dirigirme hasta Embajadores (2 euros el billete). ¿Por qué allí? Nos espera otra dosis de cultura en pleno Lavapiés. Empezando por el arte urbano, ya que es mañana temática, en los muros del antiguo edificio de Tabacalera, reconvertido en sala de exposiciones (número 53).
Prosiguiendo por la propia calle de Embajadores, y son las 12.53 horas, llego a otro destino anhelado: el Mercado de San Fernando (nº 41). Sobre todo, cuenta con alternativas para comer, desde platos japoneses hasta portugueses, y no podía faltar en estas 48 horas en Madrid… La Casquería.
Se trata de una librería muy peculiar, que vende libros al peso, por 10 euros el kilo. Fíjate bien en la foto para que aprecies el tipo de báscula que emplean. ¡Me encanta!

Un poco más arriba, en la esquina de nuestra calle protagonista con la Travesía de Cabestreros, hay un mural muy admirado del santanderino Okuda; y no me extraña, porque mola mucho. ¿Qué te está pareciendo? Yo, ¡a tope! Y más cuando me cruzo con un grupo de percusión africana en plena actuación callejera.

Continúo apreciando la vida urbana por este barrio tan multicultural hasta la calle Argumosa 28. Momento para el relax y la sensibilidad a las 13:46 horas, en La Gatoteca de Lavapiés. Te cuento, es un local gestionado por una protectora de animales (Abriga) que cuenta en estos momentos con 19 felinos, que están en disposición de ser adoptados. Tú pagas por el tiempo que estés dentro (4 euros por 30 minutos y una bebida gratis) y sólo hay tres condiciones: que no se excedan los 20 visitantes (por eso, mejor reservar), no coger a los gatos en brazos (sí puedes acariciarlos, por supuesto), y no hacer fotos con flash.
Admirable iniciativa, aunque me quedé con una sensación incompleta cuando fui, porque varios dormían y los otros ya debían estar saciados de cariño, no estaban muy deseosos de mimos. De todas maneras, lo importante es que se les ve muy bien cuidados.

Después de esta media hora en compañía minina, hay que aprovechar que es el segundo fin de semana de mes. ¿Quieres saber el motivo? ¡¡Arrancamos!!… hasta el Mercado de Motores, pasando por el Museo Reina Sofía y la Estación de Atocha. Son las 14:38 horas.
Pues sí, sólo el segundo finde mensual se celebra dentro del Museo del Ferrocarril (gratis; Paseo de las Delicias, 61) este macromercadillo artesanal de comida, decoración, ropa, gafas, literatura…
Un puntazo cómo se mezclan todos los puestos con las viejas locomotoras y vagones expuestos, e incluso en el interior de alguno se presta servicio de cafetería y restaurante. Y fuera del museo, muchas más posibilidades de venta vintage y comida.
Y hablando de comer, habrá que ir buscando un gastrolocal, aunque apetece menos aglomeración que en este Mercado. La misma dificultad que la noche anterior al moverme: que haya mesa, que no hayan cerrado la cocina… Hasta aterrizar por casualidad en la taberna vasca Lamiak a las 16:07 horas (C/ De la Rosa, 10). Tapas hechas con esmero y desfile por la barra de Bolas de Queso Azul con frutos secos y mermelada de higos (3 euros); Confit de Pato en Hojaldre con salsa de champiñones y pasas (2,50); Alcachofa confitada con sala Romesco (3); y Musaka de berenjena, calabacín y ternera picada (3). Es decir, por menos de 10 euros por cabeza, con copa de vino incluida.

¡Qué bien han venido descanso y almuerzo! Nuevo callejeo hasta el Parque del Retiro (llegada sobre las 17:11 horas). Un refugio ideal para pasear y desconectar, que posee un aliciente extra: ‘Los Invisibles’. Las tres enormes cabezas que ha hecho el artista Jaume Plensa en el interior del delicado Palacio de Cristal (acceso gratuito; horario de 10 a 18 h.). Increíble como ha trabajado estas mallas de acero inoxidable hasta componer unas facciones tan reconocibles en todos sus detalles (y con diferencias entre ellas). Organizado por el Museo Reina Sofía.
Merece la pena disfrutar un rato más de El Retiro, ver su característico estanque con sus barquitas, antes de volver al asfalto. A lo lejos la icónica Puerta de Alcalá, y el recorrido lleva por la Carrera de San Jerónimo y la Gran Vía -para ser domingo, cuántas tiendas abiertas-, hasta un desvío muy dulce.

Me han dado referencias de un local en Malasaña, otro barrio muy efervescente, que hace helados… ¡en forma de pez! El gofre donde se mete tiene ese diseño; se llama Taiyaki y el boom viene de Japón.
¿Vamos? Pregunta retórica, ya lo tenía decidido. A las 18:43 horas estoy delante de La Pecera (C/ Velarde, 2). Hace unos 10 grados, pero ser desinquieto implica sacrificios como éste… Gofre de chocolate (también puede ser de vainilla) y helado de Té Matcha, por 3,50 euros (1 euro más si deseas añadirle toppings). ¡Muy bueno! (hasta me olvido del frío).

Con cara de niño feliz, operación retorno hacia La Latina, que ha sido jornada tan placentera como intensa. De camino, más observación de los personajes que regalan estas 48 horas en Madrid. La noche calentita en el apartamento y un buen sueño reparador.

– Lunes: de la moda sostenible al café vintage
¡Como nuevo! A exprimir al máximo la mañana del lunes. A las 9:07 horas, me detengo en el Jardín de las Vistillas para contemplar con calma la Sierra, que se ve nevada, y la Catedral. Cielo despejado, de un bello azul. Segunda entrega de churros y la famosa Chocolatería San Ginés (originaria de 1894; Pasadizo de San Ginés, 5) sí está más descongestionada para desayunar, ¡bien! Por cierto, ten en cuenta que abre las 24 horas del día. Mix de porras y churros con chocolate, por 4,20 euros persona. Sus paredes son todo un viaje en el tiempo, con fotografías de decenas de famosos que han pasado por este local.
Además, quiero dedicar un rato a la Fnac (10:08 horas), esa tienda polivalente de música, cine, tecnología y libros en la que siempre encuentro muchas tentaciones (C/ Preciados, 28).
Para recorrer un sector diferente en estas 48 horas en Madrid, la Gran Vía conduce hasta la Plaza de España (con sus vertiginosos Edificio España y Torre de Madrid). Curioseo vario y atención a tiendas como The Circular Project (C/ Ventura Rodríguez, 22), que promueve una ropa ecosostenible y donde me alegra ver creaciones de Abissi, la firma de Valeria Scoppa, diseñadora italiana afincada en Tenerife.

De regreso a la Calle Princesa, enlazo con Alberto Aguilera en dirección a las zonas de Bilbao y Alonso Martínez. Me meto en Malasaña, toda una delicia de oferta alternativa.
En concreto, en Espíritu Santo es una oportunidad propicia para tomar un café en el Lolina Vintage (en el nº 9; Chai Latte por 3 euros). ¡Guau! Inmersión en los años 70, con sus dos plantas de decoración retro total.
¡Tic tac tic tac! 12:05 horas. La cuenta atrás está lanzada para cumplir las 48 horas en Madrid. Tras más ‘malasañeo’, desembarco en la Plaza de Colón. Me recibe Julia. No juega al baloncesto, pero se le daría muy bien ya que mide ¡¡12 metros!! Nombre de la cabeza que ha realizado con suma precisión el ya mencionado artista Jaume Plensa (leí que usando resina de poliéster y polvo de mármol blanco). ¡Hipnótica!

Y muy cerca, en el Paseo de Recoletos número 23, está la sala de exposiciones de la Fundación Mapfre con su recién inaugurada muestra pictórica ‘De Chagall a Malévich: el arte en revolucion’. 14.04 horas. Entrada gratuita a esta sala y a la anexa dedicada a Joan Miró.
En la prórroga de estas 48 horas horas en Madrid, quedó espacio para comer en el restaurante del grupo La Musa, con destacado ñam ñam a compartir de Hummus de Berenjena al carbón con pan de pita crujiente (parecía casi wan tun) -4,50 euros- y Tataki de Solomillo de cerdo con frutos secos y parmesano -6,50-; en un segundo nivel, los Callos a la tailandesa con garbanzos y carne, curry rojo, leche de coco, citronela y hierbas aromáticas -6,50-. Calle de Manuela Malasaña, 18, y no te pierdas su baño con entretenimiento lector.

Concluido el almuerzo, sí que toca recoger mis pertenencias y tomar el metro definitivo de La Latina al Aeropuerto (5 euros).
¿Cómo has visto estas 48 horas en Madrid? ¿Qué te ha llamado más la atención y qué añadirías para un próximo viaje?

La variedad es muy desinquieta y lo bueno, por ejemplo en el tema cultural, es que si alguna expo ya ha terminado, tienes otras muchas para elegir. ¡Hasta pronto, Des!
Me interesa conocer cómo reservar el apartamento donde te alojaste, si es posible. Gracias
Buenos días, África. Tienes que inscribirte en la página web de homeexchange.com y después poner en el buscador Madrid y las fechas que te interesan. Como hay un calendario de disponibilidad, te aparecerán los alojamientos libres. Al que yo fui figura como La Casa de Luis y la foto de portada de su perfil es de su salón. Un saludo y suerte.