¡Hola, Des! ¿Qué tal estás? Yo con ganas de senderismo, una vez más, para recorrer tantos rincones privilegiados de Tenerife. En esta ocasión, vuelvo al Parque Nacional de El Teide para disfrutar del ascenso al Alto de Guajara, una de sus mayores altitudes (2.715 metros) tras el propio Teide o Pico Viejo (al que le dediqué este artículo en mi blog). ¿Tienes todo preparado? ¡A caminar!
Subida intensa y regalos visuales
Siempre hago un trabajo previo de comprobar la previsión meteorológica y la webcam concreta del lugar, si la hay como en este caso, y el día no puede ser más espléndido. Lo primero, aparco en el entorno del Parador Nacional, y si tienes dudas sobre esta u otra ruta, recuerda que en uno de sus lados hay un puesto de información. De todos modos, los paneles de cada sendero suelen ser muy explícitos, y para llegar hasta el Alto de Guajara tenemos que hacer una combinación de varios.
Justo a pocos metros del mencionado puesto, sale un camino inconfundible hacia Vilaflor y Villa de Arico (no te asustes que no vamos tan lejos) y las Siete Cañadas (el número 4).
Sigo por esa senda, sin evitar girarme alguna vez para ver la majestuosidad de El Teide, hasta llegar a una bifurcación (tras unos 10 minutos). Aquí empieza la subida hacia el Alto de Guajara por el Sendero 31 (Cumbres de Ucanca), que luego conectará con el 15: tenemos por delante 1,5 kilómetros (40 min.).

Por cierto, aprovecho para decirte que ésta es una de las zona a la que vengo para observar tajinastes en flor, y también me encanta la panorámica que hay del Llano de Ucanca (y del Teide, por supuesto).
Si te preguntas por el nivel de dificultad del pateo de hoy, yo diría que medio; más que una caminata técnica o complicada, tiene cierta exigencia el acumulado de unos 700 metros de desnivel. ¿Cómo lo llevas? Este paisaje lo cura todo.
La leyenda de la princesa
Un pasillo estrecho entre rocas nos lleva a otro cambio de sentido. Ahora sí, tomo a la izquierda en dirección directa hasta el Alto de Guajara con el S-15 (1,8 km.; 50 min.). Y si otro día quieres coger hacia la derecha, podrás deleitarte con otra de tantas maravillas del Parque Nacional, como es la ruta hacia el Sombrero de Chasna. No me disperso, que nuestro destino de la jornada está muy claro.
Al mismo tiempo que se camina, se puede aprender historia, como la que aporta el panel informativo del S-15 al contar que Guajara era… una princesa guanche.
Una leyenda reflejada en la obra del poeta y médico Antonio de Viana y que habla de cómo Guajara se lanzó desde el pico que lleva su nombre, tras la muerte de su amado Tinguaro.
Lo que no es ninguna leyenda es que el terreno todavía nos depara más vaivenes de subir y bajar, hasta llegar al cruce definitivo. Un último esfuerzo y por fin estaremos en el Alto de Guajara. ¡Guau! Sí que merece la pena esta panorámica, ¿no te parece? Me siento, contemplo y disfruto.

Referencia astronómica mundial
De nuevo, tenemos otra lección preparada para enriquecer nuestros conocimientos, ya que justo en este sitio, se levantó el primer observatorio astronómico de alta montaña… ¡del mundo! Sí, son los restos que tenemos aquí al lado y que forman esa especie de ventana para mirar El Teide. Me pongo a leer un panel dedicado al tema: su impulsor fue el británico Sir Charles Piazzi Smyth, en 1856 y durante su ¡luna de miel! (según encuentro buscando información adicional en internet).
Después, en 1910, el francés Jean Mascart reutilizó y amplió la construcción para el estudio y fotografía del Cometa Halley. No puedo dejar de imaginar cómo sería venir hasta este lugar hace más de 100 años (guaguas de Titsa no había, eso seguro).
Merece la pena pasar un buen rato en el Alto de Guajara, antes de afrontar la ‘Operación retorno’. Siempre que es posible, prefiero la opción circular para no repetir, y aquí es posible. El Sendero 15 continúa hasta la Degollada de Guajara (1 hora) y las nubes toman el protagonismo durante parte del trayecto. La degollada, vuelvo a absorber historia, es un punto estratégico del Camino de Chasna, que conectaba las vertientes Norte y Sur de Tenerife; y los guanches lo utilizaban para acceder a los pastos comunales de Las Cañadas.
Regreso con más sorpresas paisajísticas
Entonces, el S-5 nos bajará hasta el 4, durante unos 25 minutos, y por las Siete Cañadas regresaremos hasta el origen en el Parador, sin dejar de deleitarme con las formas tan excepcionales que regala el Parque Nacional.
Al final, de resumen global, supero los 11 kilómetros en poco más de 4 horas. Y como siempre recalco, más allá de afrontar senderos adecuados a tu preparación, no olvides buen calzado de montaña, protección solar, ropa polivalente para las variaciones de temperatura, suficiente agua para hidratarte y algún alimento de refuerzo energético. ¿Qué te ha parecido el Alto de Guajara? Pronto hacemos otra ruta. ¡Hasta entonces, Des!