Actualizado: 30 marzo, 2021
¡Hola, Des! ¿Cómo estás? Yo muy contento, porque después de tres años de espera, por fin podemos volver a disfrutar del Barranco de Masca: un sendero de referencia en Tenerife. Una vez concluidos los trabajos de adecuación de la ruta (en el camino en sí, más infraestructura y logística, como luego te iré contando), este sábado 27 de marzo han comenzado las visitas y ¡allá que me fui! ¿Quieres compartir mi experiencia?
– Ubicación:
Por si no conoces el lugar, Masca es un precioso caserío, que pertenece al municipio de Buenavista del Norte y que está dentro del Parque Rural de Teno. Además de sus viviendas tradicionales, atrae por su explosión vegetal (potenciada por la primavera privilegiada este año) y su llamativa orografía. El Barranco de Masca nos permite disfrutar de todos esos encantos y tener nuestra particular aventura hasta el mar.

– Cómo llegar:
Desde las instituciones públicas, quieren fomentar el uso de la guagua para llegar a Masca, evitando aglomeraciones de vehículos. Hay dos opciones con la empresa TITSA: la línea 365 que parte de Buenavista y la 355 desde Santiago del Teide (los horarios se han ampliado con la reapertura). Yo opté por la 355 y fueron unos 15 minutos de trayecto, con un coste de 2,30 euros la ida y vuelta.
En este sentido, el Ayuntamiento de Buenavista dio a conocer que, desde el jueves 1 de abril, limitará el aparcamiento en Masca los sábados, domingos y festivos: será de 8:00 a 14:00 horas (con un tiempo máximo de 2 horas).
– Reserva:
Una de las novedades de esta nueva etapa es que para hacer el sendero del Barranco de Masca, hace falta reserva. Se realiza a través de la web caminobarrancodemasca, disponible en español, inglés y alemán. En este período piloto, el acceso es gratuito, aunque se prevé que en un futuro haya que pagar; se ha establecido un cupo de 125 visitas diarias los fines de semana y festivos, 25 por cada turno (dentro de tu franja horario, lo haces por libre). Piensa rápido cuándo querrías ir, ya que las plazas están volando.
– Centro de Visitantes:
Después de la gestión digital, el lugar de operaciones es un nuevo Centro de Visitantes del Barranco de Masca, abierto de 8 a 18 horas, y establecido en una bonita casa (Calle El Lomito, 4). Allí, verifican que llevas el calzado adecuado, suficiente agua… y te dan las oportunas indicaciones para el pateo. Otra novedad, hay que ponerse casco (que te prestan); sí, por medidas de seguridad lo han decidido, igual que sucedió por ejemplo en el Barranco del Infierno.
– Ida y vuelta:
Bueno, pues ya tengo mi casco (te confieso que me siento un poco Playmobil) y ¡estoy preparado! Me dirijo a un control de acceso y me adentro en el Barranco de Masca. Por delante, 10 kilómetros: 5 de bajada hasta la playa y otros 5 de subida; ten en cuenta que el embarcadero aún no está operativo, con lo que no hay la opción como antes de coger un barco hasta Los Gigantes. En cuanto al tiempo para el recorrido, contemplan un margen amplio de 3 horas para descender y 4 para el retorno (te adelanto que yo lo completé en 4 horas y media, picnic incluido).

– Sendero:
Tenía el temor de que con las obras de adaptación del camino, perdiera parte de su encanto natural, pero he de decir que mis sensaciones fueron muy parecidas a las de visitas anteriores… casco al margen. ¿En qué más se nota? En los escalones, cables y cadenas que se han puesto en varios sectores, para facilitar la movilidad; también se han añadido distintos paneles orientativos de distancia y posible peligrosidad (de darse en la cabeza si la altura es baja, por poner un caso). Ah, y justo a la mitad del sendero, hay otro control de seguridad, para ver que llevas bien la ruta y para volver a enseñar tu reserva (se repetirá al llegar al nivel del mar).
Y como te decía antes, me ha gustado mucho reconectar con el Barranco de Masca y sus distintos regalos visuales: sus afiladas paredes, un arco, el agua corriendo, su diversidad vegetal… Por cierto, te puede chocar ver varias lonas negras tapando… plantas exóticas ajenas a la zona, y que se están intentando erradicar (según me comentó uno de los trabajadores).

El día está nublado, e incluso llovizna, pero el tiempo me acaba dando una tregua hasta llegar con sol a la Playa de Masca. Esta costa salvaje tan magnética y el vetusto embarcadero a la espera de reanudar su actividad. Y ojalá se cumpla el plan de que opere no sólo con Los Gigantes, sino además con la Punta de Teno.

– Exigencia:
Merece la pena aclarar que, pese a las novedades que hemos ido comentando, el Barranco de Masca sigue siendo un sendero exigente, que requiere de buena condición física para recorrerlo y atención sobre dónde pisas. El desnivel entre el inicio en el caserío y el mar es de 650 metros, y especialmente duro se puede hacer el último tramo de subida.
Lo pienso mientras me descalzo, me pongo cómodo y saco el picnic de mi mochila. Qué alegría volver al Barranco de Masca, ¿te apetece también? Ya me cuentas. ¡Hasta pronto, Des!
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