¡Hola, Des! ¿Qué tal estás? Yo acumulando nuevas experiencias, que es lo que me gusta. Y una de las cosas que me intrigaba desde hace tiempo es el proceso de elaboración de un mural de gran formato, en especial con todos los que han ido proliferando en Tenerife en estos últimos años. ¿Sabes de cuáles te hablo? Si no, sirvan como pistas mis post anteriores de street art en Santa Cruz y el Puerto de la Cruz. Bien, pues son espectaculares y, por suerte, ahí se quedan en nuestras ciudades y pueblos durante mucho tiempo.
Pero, vuelvo a mi intriga, ¿cuánto trabajo tienen detrás? Me vas conociendo y sabes que no me gusta dejar preguntas sin respuesta…
Dentro del seguimiento que hago de esas nuevas obras, el 17 de abril de 2018 me acerqué hasta el Mercado Municipal de Los Realejos, cuya fachada al completo era intervenida por Matías Mata, popularmente conocido como Sabotaje al Montaje. ¿Que cómo recuerdo la fecha exacta? Bueno, lo he mirado en mi instagram, que memoria tengo pero no tanta… Ya había publicado en mis redes sociales trabajos anteriores de Matías, tanto en Tenerife como en Fuerteventura, y teníamos el contacto virtual. Ese día de abril, nos conocimos en persona y estuvimos hablando un largo rato. Para ilustrar su perfil, te dejo algunas de esas creaciones que yo fui siguiendo en mis plataformas de leodesinquieto.


Así que tiempo después, y retomo la idea inicial, le escribí para plantearle la opción de presenciar cómo se hacía otro mural de Sabotaje al Montaje, desde el principio hasta el final. Me dijo que sin problema; tras realizar sus encargos en Navarra e Italia, el 13 de diciembre de 2018 (nueva revisión del dato concreto) me comentó que para el mes de enero tenía en perspectiva uno de dimensiones considerables en un suelo del Puertito de Güímar (Tenerife) -esta vez, plan horizontal y no vertical-. Dicho y hecho, el 15 de enero de 2019, por fin quedamos.
Te sitúo: estamos en la Rambla de los Pescadores. 11 de la mañana. Afectuoso saludo con Matías, que siempre lleva ropa distintiva de su alter ego grafitero (una sudadera, en esta ocasión); y en el maletero de su furgoneta me enseña los bocetos del nuevo Mural de Sabotaje al Montaje. Una muestra de confianza (¡gracias!), porque obviamente no son públicos, y el pacto es que las fotografías que saque, se quedan guardadas hasta la finalización de la obra.

El diseño está inspirado en las redes de pescadores, y me lo puedo imaginar perfectamente, a pesar de ser una composición abstracta. Los motivos relacionados con el mar tienen amplia presencia en su trayectoria y además, especifica, ha querido contribuir a la lucha contra los microplásticos invasores de nuestras costas. Para este proyecto, plantea una trama con diversas ondulaciones y variedad de colores, con previsión de emplear azul, violeta, turquesa, verde… ya los iremos viendo. Ah, importante: van a cubrir una superficie de ¡¡1.750 metros cuadrados!!
Por eso, me dice que hace “una locura al año”… y ésta es la del recién estrenado 2019 (eso sí, un encargo cerrado desde mediados del año precedente).
¡Agüita!, se me van acumulando las cuestiones en la cabeza. ¿Cuánto tiempo de preparación requiere? 2 meses. ¿Cuántos colores y litros de pintura se utilizan? 31 colores, que mezclados dan para más de 40 tonalidades, y se superan los 465 litros.
Si les sobra un poco, igual les pido para un arreglito en casa, que quede así moderno… Perdón, me reubico. Claro, este Mural de Sabotaje al Montaje es imposible de encarar en solitario, así que Matías cuenta con cinco artistas urbanos más que le ayudan… ¡los Kukarachas!
Me los presenta y, te puedes imaginar, quiero saber (supongo que tú también) el porqué de su apodo. Respuesta: “les apodo así por una gran amistad de estar siempre tirados en la calle pintando”. Tranquilos, guarden el insecticida, que estas “kukarachas” son buenas (y no les gustan los focos del protagonismo, razón por la que no añado nombres ni fotos más cercanas). El entorno de la Rambla ya está acordonado para que nadie entre durante el proceso de ejecución, y por fortuna, no hay circulación de coches alrededor, sino sólo carriles para bicicletas y zonas peatonales.
Empieza la parte práctica, midiendo y marcando las líneas de las ondas que te enseñaba, y tras verlos en acción un momento más, los dejo para que no pierdan ritmo ni concentración. En adelante, mantenemos contacto por redes sociales para seguir la evolución del mural de Sabotaje al Montaje y acudo en persona en dos ocasiones más. Para que tengas detalles adicionales muy interesantes, han trabajado “a piñón” (expresión que usa Matías para definir su intensa labor): de lunes a sábado, habitualmente desde las 8:30 horas hasta cerca de las 19, momento de parar al no haber luz.

Entre las complicaciones del proceso, el suelo irregular y con relieve, pero nada que no se pueda solucionar con experiencia: “Busco soluciones siempre mientras trabajo, no me gusta tener todo atado, sino aprender en cada proyecto”, me cuenta nuestro protagonista. “Fue un trabajo meticuloso y cariñoso para dejar la superficie lisa con el color”. Lo que no puede controlar en plena elaboración de este mural de Sabotaje al Montaje es… ¡la lluvia! En un intercambio de mensajes se lo pregunto. “Ha llovido poco, hemos tenido suerte, aunque ese día que llovió se estropearon varios colores”, me tranquiliza a medias.
Lograron arreglarlo, ufff… (respiro). Una vez se seca la pintura, sin problema, porque es lógicamente impermeable.
Si el 15 de enero comenzaba este relato, dos semanas después la macrointervención entra en sus últimos arreglos, culminados el último día de enero. No te he contado que durante todo este período, el grupo de artistas urbanos ha hecho seguimiento con grabaciones con dron; para tener esa perspectiva aérea tan espectacular, que complementa las sensaciones que uno tiene a ras de Rambla (como verás, las imágenes aéreas utilizadas en este post son cedidas por Sabotaje al Montaje y su equipo).

El viernes 1 de febrero acaban de tomar esas imágenes y el nuevo mural de Sabotaje al Montaje ¡¡ya es una realidad!! Creo que las fotografías hablan por sí solas del resultado, ¿qué te parece?

Por cierto, la idea que tienen es poner códigos QR en algunas esquinas para poder apreciar en los móviles precisamente esa visión desde el aire. Y otra cosa que me planteo, ¿cuál ha sido la reacción del vecindario ante esta nueva estampa? (toda la zona está rodeada de viviendas).
Matías me confirma que ha llamado la atención y ha gustado esta primera fase, y que los transeúntes van más allá, y les piden que pinten ya el otro sector de la Rambla de los Pescadores.
Yo puedo aportar un testimonio personal, de una señora que se puso a mi lado mientras yo sacaba las fotos finales: “¡Uy, qué bonito ha quedado esto!”. Dicho queda. Sabotaje al Montaje tiene su siguiente compromiso artístico en Cartagena de Indias, Colombia, y nosotros nos reencontramos muy pronto. ¡Hasta luego, Des!
Para cuando la otra parte de la Rambla? Gracias!!!
¡Hola, María Esther! Hasta donde yo sé, a Sabotaje al Montaje sólo le encargaron esta parte de la Rambla de los Pescadores. Creo que quien puede responder es el propio Ayuntamiento de Güímar. Un saludo y feliz día.